En este artículo vamos a explicar en qué consiste el delito de denegación de servicio, cuáles son sus consecuencias jurídicas y qué medidas se pueden adoptar para prevenirlo o denunciarlo.
El delito de denegación de servicio se produce cuando una persona impide o dificulta el acceso o el funcionamiento de un sistema informático, una red de telecomunicaciones, un servicio telemático o cualquier otro medio de transmisión de datos. Por ejemplo, cuando alguien realiza un ataque informático que satura los servidores de una página web y la deja inoperativa.
Este delito está tipificado en el artículo 264 bis del código penal, que lo castiga con penas de prisión de seis meses a tres años o multa de seis a doce meses, si se causa un perjuicio grave. Si el perjuicio es muy grave, las penas se elevan a prisión de tres a ocho años años y multa de doce a veinticuatro meses. Además, se se impondrá una multa del triple al décuplo del perjuicio ocasionado.
El código penal también prevé la responsabilidad civil derivada del delito, que obliga al autor a indemnizar los daños y perjuicios causados a los afectados. Asimismo, el juez puede acordar medidas cautelares para asegurar el cese de la actividad delictiva, como el bloqueo o la intervención de los dispositivos informáticos utilizados para cometer el delito.
Para prevenir o denunciar el delito de denegación de servicio, es importante contar con sistemas de seguridad informática adecuados, que protejan los equipos y las redes frente a posibles ataques. También es conveniente realizar copias de seguridad periódicas y conservar las evidencias que puedan servir para identificar al autor del delito. En caso de sufrir un ataque, se debe comunicar lo antes posible a las autoridades competentes y ponerse en contacto con un abogado especializado en derecho penal informático.
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